Los receptores, encargados de detectar cambios súbitos de temperatura, tanto de bajada como de subida de esta, se denominan termorrecetores.
Se distribuyen por la superficie corporal de forma discontinua y no uniformemente.
Se adaptan durante los estímulos de larga duración.
Tipos de termorreceptores:
^Los corpúsculos de Ruffini: detectan sensaciones de calor.
Son receptores sensoriales situados en la piel y perciben los cambios de temperatura relacionados con el calor (la temperatura normal del cuerpo humano oscila entre los 36 y los 37 grados) también identifican la deformación continua de la piel y tejidos profundos. Son especialmente sensible a estas variaciones y están situados en la superficie de la piel en la cara dorsal de las manos.
^Los corpúsculos de Krause: detectan sensaciones de frío.
Son corpúsculos táctiles localizados en el nivel profundo de la hipodermis en la piel, parecidos a los corpúsculos de Pacini, pero más pequeños (50 micras) y simplificados. Se encuentran en el tejido submucoso de la boca, la nariz, ojos, genitales, etc. de los cuales hay unos 260.000 extendidos por todo el cuerpo.
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